viernes, 30 de abril de 2010

Herramientas y recursos de apoyo al profesor en el diseño de ambientes de aprendizaje


La introducción de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en los últimos años, ha generado un gran número de herramientas y recursos de apoyo para el docente que permiten el acceso a materiales de aprendizaje desde cualquier lugar. Debido a la necesidad de compartir y reutilizar dichos recursos con la finalidad de maximizar el número de situaciones de enseñanza-aprendizaje en las que los recursos puedan ser utilizados, ha surgido recientemente un nuevo espíritu de colaboración entre instituciones.

En el contexto educación a distancia, hablar de reutilización de recursos es hablar de Objetos de Aprendizaje (OA). El trabajo de los OA en el pasado se ha ido construyendo de manera independiente dentro de cada institución, pero debido a la necesidad de crear sistemas que permitan generar, manejar y reutilizar la gran cantidad de recursos digitales disponibles para distintos cursos o disciplinas (Ramírez, 2010), se crea en México la Corporación de Universidades para el Desarrollo de Internet (CUDI), cuyas iniciativas han venido reforzando el trabajo interinstitucional y fomentando la colaboración en proyectos de investigación y educación entre sus miembros.


La CUDI define el OA como “…una entidad informativa digital desarrollada para la generación de conocimiento, habilidades y actitudes, que tiene sentido en función de las necesidades del sujeto y que corresponde a una realidad concreta” (Ramírez, 2010, p. 356), y establece una serie de principios orientadores para generar los OA, entre los cuales se encuentran: subjetividad, realidad, historicidad, complejidad, comunicabilidad, integrador, unidad coherente, unidades autocontenibles y versátiles, objetos reutilizables, clasificable y relevante (Ramírez, 2010).

Otros autores consideran que un OA puede ser cualquier cosa tal y como una fotografía, un documento digital o una ilustración, siempre y cuando el maestro le dé el sentido o el objetivo de aprendizaje. A este respecto, Wiley (2000, citado por Ramírez, 2010, p. 356) considera que los OA son "cualquier recurso digital que puede volver a utilizarse para apoyar el aprendizaje”.

Gértrudix et al. (2007) señalan que los OA son la combinación de los niveles de objetos digitales educativos (ODE), los cuales se definen a través de la denominada “…arquitectura modular de jerarquía creciente, basada en niveles de agregación, en la cual cada ODE es independiente de los demás, tiene significado propio y cumple una función determinada” (p.20). Estos niveles de agregación se dividen en: iniciales, tales como una fotografía o sonido de evento y medio integrado, el cual combina dos o más de los anteriores.

Un aspecto clave dentro del componente tecnológico es la identificación de los OA, ya que estos pueden ser agrupados y almacenados en repositorios o colecciones de recursos accesibles a través de una red digital la cual puede incluir los recursos, los metadatos (datos de datos) que describen dichos recursos o ambos. Los metadatos son etiquetas descriptivas que se utilizan para catalogar materiales educativos, facilitando su localización y uso ya que incluyen los requisitos de los materiales y la descripción de la forma en que se pueden implementar (Chan et al., 2004). En este sentido, López señala que el empaquetamiento o “… selección correcta del esquema de metadatos, la asignación adecuada de sus valores y la tecnología compatible entre los sistemas dan a los contenidos las propiedades necesarias para potenciarlos como recursos reutilizables, asequibles y durables” (2005).

Al analizar las perspectivas en el trabajo de los OA, es importante destacar el trabajo interinstitucional colaborativo como uno de los retos más significativos, ya que es necesario crear una cultura de colaboración para lograr los objetivos trazados. La creación y estandarización de patrones que faciliten la interoperabilidad y reutilización de los OA dependen en gran parte del espíritu colaborativo entre las instituciones involucradas. Otro reto es el aprovechamiento de los OA por parte de los usuarios a través de la organización del intercambio de materiales de alta calidad y el fácil acceso a los mismos.

En relación a este último aspecto, y como resultado del desarrollo de Software de Código Abierto, se ha originado en los últimos años un movimiento con el fin de crear y proveer contenidos abiertos para cursos y la posibilidad de acceso gratuito a los mismos a través de Internet. Esta iniciativa surge debido a la idea de que “el conocimiento es un bien público y tanto la tecnología en general, como Internet en particular, ofrecen una oportunidad extraordinaria para que cualquiera, desde cualquier sitio, comparta, use y aproveche este conocimiento” (EDUTEKA, 2007).

Los recursos educativos abiertos (REA) son el “...suministro libre de recursos educativos a través de las tecnologías de la información y de la comunicación que pueden ser consultados, utilizados y adaptados por una comunidad de usuarios con fines no comerciales” (Ávila, 2008). El material se ofrece sin costo y de manera abierta para ser reutilizado en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación. Este concepto no es algo nuevo en el ámbito educativo, ya que los docentes han colaborado abiertamente y compartido sus materiales y revisiones con colegas. Pero gracias a las TIC, los REA pueden generarse y distribuirse a través de Internet a una audiencia masiva sin temor a problemas de propiedad intelectual (EDUTEKA, 2007).

En su trabajo titulado Mas allá de los contenidos: compartiendo el diseño de los recursos educativos abiertos, Miguel Ángel Sicilia discute los aspectos más relevantes del diseño instruccional basado en la utilización de recursos educativos abiertos. De acuerdo al autor, “el concepto de recurso educativo abierto (open educational resource, OER) se asocia habitualmente con contenidos abiertos en repositorios públicos” (2007, p. 26), pero añade que no solo se trata de los materiales finales, sino también del proceso instruccional con elementos tales como las técnicas de diseño utilizadas, la estructura de actividades resultantes y muchos otros valiosos aspectos, considerándolo “…como un proceso de ingeniería del aprendizaje, en el que todos los pasos del proceso quedan documentados y abiertos.” (Sicilia, 2007, p. 28), permitiendo la compartición de los mismos.

Por otra parte, la evaluación está altamente vinculada al diseño de los recursos educativos lo cual no solo implica el diseño de la evaluación y su implementación, sino también la evaluación de la evaluación misma. En relación a este aspecto, Valenzuela (2010) señala que la falta de confianza es uno de los primeros problemas que salen a relucir en la evaluación del aprendizaje a distancia a través de recursos tecnológicos, ya que la evaluación no es a través de conductas observables, como en la evaluación cara a cara. El autor describe siete prácticas comunes de evaluación del aprendizaje en programas de educación a distancia, señalando algunas variantes, las virtudes y dificultades de su uso y las implicaciones respecto al uso de recursos tecnológicos. El autor propone las siguientes pautas para la evaluación del aprendizaje en modalidad a distancia:

  1. Tener claros los propósitos del proceso de evaluación: facilitar el logro de los objetivos de aprendizaje y asegurar el cumplimiento de los mismos.
  2. Asegurar la congruencia de las políticas de evaluación del curso con aquellas del programa al que el curso está adscrito.
  3. Asegurar la congruencia entre lo que se espera del alumno y la forma de evaluarlo.
  4. Explicar claramente los criterios de calificación que se usarán.
  5. Promover en los alumnos una motivación intrínseca para aprender.
  6. Convencer a los alumnos a considerar las calificaciones no como un fin, sino como una consecuencia del aprendizaje.

Referencias

Ávila, P. (2008). Recursos educativos abiertos, su importancia y valor social. Ecuador: CREAD. Recuperado el 22 de abril del 2010 y disponible en: http://216.75.15.111/~cognicion/images/articulos/Cog13/presentaciones/miercoles/PatriciaAvila.pdf

Chan, M., Castañeda, L., y Enríquez, L. (2004). Objetos de Aprendizaje. UDG-UNAM. Recuperado el 22 de abril del 2010 y disponible en: http://www.cudi.edu.mx/otono_2004/presentaciones/Elena_Chan.zip

EDUTEKA. (2007). Recursos abiertos educativos (REA). Recuperado el 24 de abril del 2010 y disponible en: http://www.eduteka.org/OER.php

Gértrudix, M., Álvarez, S., Galisteo, A., Gálvez, M., Gértrudix, F. (2007). Acciones de diseño y desarrollo de objetos educativos digitales: programas institucionales. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento. UOC (2007) 14-25. Recuperado el 24 de abril del 2010 y disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/780/78040107.pdf

López, C. (2005). Los Repositorios de Objetos de Aprendizaje como soporte a un entorno e-learning. Tesis doctoral. Universidad de Salamanca. Recuperado el 22 de abril del 2010 y disponible en: http://www.biblioweb.dgsca.unam.mx/libros/repositorios/objetos_aprendizaje.htm

Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (2007) (Comp). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa. (Capítulos 12 y 13).

Silicia, M.A. (2007). Más allá de los contenidos: compartiendo el diseño de los recursos educativos abiertos. Revista de Universidad y Sociedad del conocimiento, 4, 1, 26-35.
Disponible en: http://www.uoc.edu/rusc/4/1/dt/esp/sicilia.pdf

viernes, 26 de marzo de 2010

Estrategias educativas y el aprovechamiento de la tecnología

Nuestra sociedad actual se desenvuelve bajo continuas y rápidas transformaciones, que requieren de recursos humanos capacitados y con habilidades que les permita enfrentar y ser parte de dichos cambios. La aparición de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han causado un gran impacto en los procesos de enseñanza-aprendizaje, trasformando los modelos educativos que hemos venido utilizando hasta el día de hoy.

Dentro de los nuevos modelos educativos, podemos observar el uso cada vez más frecuente de recursos audiovisuales, los cuales se definen como imágenes y audio que pueden ser utilizados como herramientas pedagógicas, especialmente en la educación
virtual. Aparici (1997, citado por De León Medina, 2007, p. 188) señala que “la pedagogía con imágenes implica el empleo de los medios audiovisuales en forma integrada dentro del proceso enseñanza-aprendizaje.

De León Medina (2007) sostiene que el uso de elementos audiovisuales en la educación ayuda al alumno a retener más eficientemente el material aprendido. Entre los recursos audiovisuales disponibles, el autor señala el video, el audio y los recursos multimedia.


¿Cómo se emplea el audio y el video por Internet para fines didácticos?

El video es una técnica que permite registrar la imagen y el sonido en un soporte y reproducirlo en una pantalla. Los videos se elaboran con la finalidad de servir como apoyo a las explicaciones, que debido al tema, se hace difícil presentar por escrito. También se utilizan para mostrar procedimientos y métodos que no pueden ser presentados por otros medios. Es muy importante asegurar que el material audiovisual utilizado mantenga congruencia con la actividad que se apoya y no cause distracción (De León Medina, 2007).

El audio, de acuerdo a De León Medina, es "… la técnica o dispositivo relativo al registro o a la transmisión de los sonidos. El sonido conmueve la sensibilidad humana y en ocasiones es capaz de provocar efectos expresivos directos y más intensos que las propias palabras..." (2007, p. 200). El uso del video y audio permite una integración de las capacidades emocionales y cognoscitivas, ya que una característica de estos lenguajes es la posibilidad de tocar la sensibilidad y mover las emociones (Martínez, 1997, citado por De León Medina, 2007).

Cabe destacar que, la producción de materiales audiovisuales no es el trabajo de una sola persona sino que incluye el trabajo colaborativo de docentes y de todo un equipo que trabaja en la producción del curso, basándose principalmente en tres factores esenciales: la naturaleza didáctica o la finalidad educativa del mismo, el mensaje, o significación de las imágenes usadas y el conocimiento específico de los lenguajes de la imagen.

Por último, los recursos multimedia son el "…conjunto de tecnicas y productos que permiten la utilización simultánea e interactiva de varios modos de representación de la información (textos, sonidos, imágenes fijas o animadas)” (Mayer 2001, citado por De León Medina, 2007, p. 203). Una de las herramientas multimedia más utilizadas y conocida es PowerPoint, seguida de la animación por computadora. Estas herramientas multimedia son muy valiosas en el ámbito educativo, ya que permiten ejemplificar de manera más clara la información que se desea transmitir.

¿Para qué se usa el radioCHAT?

La radio, a lo largo de su historia, ha demostrado ser un medio que ha tenido usos educativos de transcendencia social. La radio educativa ofrece ventajas tales como la flexibilidad de tiempo y espacio, puesto que permite llegar a poblaciones ubicadas en zonas geográficas remotas y marginadas; la ampliación de las oportunidades educativas, ya que no se imparte solo en sitios confinados como escuelas y aulas; y la facilidad de aceptación del medio, puesto que el público conoce la radio y sabe cómo usarla. Entre las características de la radio educativa se encuentran (Peppino, 1991, citado por Burgos, 2007, p.245-247):

  • La unisensorialidad. El mensaje sonoro es recibido por el sentido auditivo de las personas, repercutiendo en el nivel de atención.

  • La unidireccionalidad. Es la comunicación empática: comunicador sensible al ambiente del receptor y diálogo interactivo entre los participantes.

  • El condicionamiento del auditorio. La meta educativa es usar el radio como medio instruccional, llevar a los alumnos de actitud pasiva a una activa y reflexiva.

  • La fugacidad. Se debe realizar una planeación de la sesión que contendrá un propósito definido que justifique la habilitación de ese espacio comunicacional.
La radio interactiva como modalidad de la radio educativa, se define como “una técnica que promueve la atención activa en los oyentes mediante los programas educativos de radio” (Norman, 1993, citado por Burgos, 2007, p. 250). Recientemente, las tecnologías de información y comunicación, han dado origen a un nuevo tipo de radio interactiva denominada radio interactiva en Internet, la cual permite difundir el conocimientos a poblaciones aisladas y lejanas de una forma masiva y personalizada (Burgos, 2007).

Otra interesante herramienta creada a partir de la radio en Internet es el radioCHAT, una excelente aplicación de comunicación síncrona para docentes y alumnos “…que permite la transmisión de voz del profesor a sus alumnos sobre medios de Internet, y al mismo tiempo permite dialogar a través de mensajes escritos” (Burgos, 2007, p. 242). En el radioCHAT, los alumnos pueden interactuar mediante la herramienta del Chat y el moderador puede participar contestando a sus estudiantes a través de un micrófono (radio), lo cual ofrece flexibilidad y facilita la comunicación y el aprendizaje colaborativo. También ofrece la posibilidad de llevar bitácoras escritas y auditivas, lo que garantiza una consulta asincrónica (Podcasting), dando a los alumnos la oportunidad de hacer uso efectivo de su tiempo.

¿Qué es el aprendizaje móvil?

Una de las modalidades educativas que ha surgido recientemente es el aprendizaje móvil (m-learning). Esta modalidad integra el e-learning (sistema de aprendizaje a través de redes digitales) con los dispositivos móviles de comunicación para mayor flexibilidad de aprendizaje. Es decir, ofrece al alumno acceso al contenido de un curso a través de Internet y mediante un dispositivo móvil. Los contenidos pueden consultarse y las comunicaciones establecerse desde cualquier lugar y en cualquier momento (García Aretio, 2007), ofreciendo con esto, nuevas oportunidades de aprovechamiento del tiempo, el espacio para la instrucción y la flexibilidad de acceso a la información. El aprendizaje móvil es una solución para aquellos quienes necesitan acceder a información en situaciones que demandan movilidad, así como también contar con la posibilidad de consulta de información en tiempo real en un dado lugar. (Burgos, 2010).

Burgos (2010) señala que las razones para el uso de la tecnología móvil e inalámbrica en la educación son: acceso equitativo a la tecnología digital, las nuevas computadoras portátiles de mano son intuitivas y de fácil uso, apoyan el aprendizaje ubicuo, permiten la colaboración y comunicación entre estudiantes y profesores y motivan el aprendizaje activo. Agrega que las características a tomar en cuenta para promover una educación móvil atractiva y enriquecida, con contenidos educativos son: ubicuidad, acceso, usabilidad, eficiencia, flexibilidad, seguridad, consistencia e interactividad.

Entre los beneficios que ofrece se encuentra la flexibilidad de acceso a la información, recursos, materiales y contenidos educativos, favoreciendo el aprendizaje desde cualquier lugar, potencia el diseño de ambientes de aprendizaje centrados en la persona, promueve el aprendizaje independiente y colaborativo, desarrolla nuevas habilidades profesionales y fortalece las existentes, incentiva el aprendizaje.

¿Qué ventajas tienen los PDI (pizarrones digitales interactivos)?

Entre los nuevos recursos tecnológicos disponibles en el ámbito educativo se encuentran los Pizarrones Digitales Interactivos (PDI). Estos se asemejan a pantallas planas de televisión que, conectadas a una computadora y a un video proyector, nos permiten interactuar con el contenido que allí se proyecta, de manera táctil o a través de un plumón óptico sobre la pantalla misma (Ponce, 2010, p. 205). Un esquema de un pizarrón digital interactivo sería el siguiente:













Figura 1. Pizarra digital interactiva de gran formato

Los PDI nos permiten escribir y dibujar con un lápiz electrónico en la pizarra limpia o bien sobre cualquier presentación que proyectemos en la pizarra desde la computadora, como por ejemplo: presentaciones de PowerPoint; realizar un mapa conceptual o gráfica, etc. También nos permite interactuar con otro tipo de programas computacionales, navegar por Internet, utilizar y demostrar diferentes tipos de software, facilitar la presentación de trabajos de los alumnos, tomar apuntes digitales, guardar notas para la posterior revisión, almacenar las pizarras que vamos rellenando; etc. (Ponce, 2010).

Esta nueva herramienta tecnológica ofrece un gran número de ventajas entre las cuales podemos mencionar: a) su versatilidad en relación a su capacidad de adaptarse a cualquier nivel educativo, y la variedad de aplicaciones que ofrece: b) El incremento de tiempo que el profesor puede dedicar a las enseñanza al no tener que escribir todas las notas en el pizarrón; c) el aumento de interacción y discusión en el aula; d) el mayor interés por parte de los alumnos debido al número de recursos multimedia que se pueden utilizar (Ponce, 2010, p. 208). En otras palabras, el profesor tiene la oportunidad de enseñar mas y de mejor manera en menos tiempo y en un ambiente creativo a través de una comunicación colaborativa.

De acuerdo a Gallego et al. (2009), “los PDI ofrecen al docente acostumbrado a las pizarras tradicionales de tiza o de rotuladores encontrar un recurso muy cercano a la tradición pedagógica que incorpora las TIC en el aula de manera visible y transparente” (p. 130). Agrega que todos los alumnos pueden ver y actuar con los equipos informáticos, individual o grupalmente ante todos sus compañeros. Existen muchas razones y ventajas por las cuales se debe implementar la tecnología PDI en el aula, pero igualmente importante es tomar en cuenta los aspectos que puedan asegurar el éxito de dicha implementación.

Ponce (2010) recomienda que todo profesor interesado en utilizar esta tecnología en su práctica docente debe contar con una actitud positiva hacia esta tecnología, despertar la creatividad para la generación de materiales educativos, tener una amplia visión para la planeación y diseño de las actividades, poseer un alto dominio de las tecnologías de información y comunicación, hacer uso de sus habilidades para la búsqueda de información y recursos interactivos, tener apertura para la colaboración, desarrollar el dominio de las herramientas y funcionalidades del PDI y solicitar el apoyo técnico cuando sea necesario.

En mi opinión, el alto costo que resulta de la incorporación de esta tecnología al aula debe considerarse cuidadosamente, pero los beneficios que los PDI brindan al proceso educativo son innumerables y los resultados pueden compensar el costo y el esfuerzo de su implementación.

Referencias

Burgos Aguilar, J. V. (2010). Aprendizaje Móvil: El potencial educativo en la palma de la mano. En Burgos Aguilar, J. V. & Lozano Rodríguez, A. (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.

Burgos Aguilar, J. V. (2007). El reto de la radio interactiva y la tutoría virtual. En Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

De León Medina, A. (2007). Recursos audiovisuales aplicados a la educación. En Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, J. V. (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

Gallego, G., Cacheiro, M. L. y Dulac, J. (2009). La pizarra digital interactiva como recurso docente. En Ortega Sánchez, I. y Ferras Sexto, C. (Coord.) Alfabetización Tecnológica y desarrollo regional [monográfico en línea]. Revista Electrónica Teoría de la Educación: Educación y Cultura en la Sociedad de la Información. Vol. 10, nº 2. Universidad de Salamanca. Recuperado el 22 de marzo de 2010 y disponible en: http://www.usal.es/~teoriaeducacion/rev_numero_10_02/n10_02_gallego_cacheiro_dulac.pdf

García Aretio, L.; Ruiz, M. y Dominguez, D. (2007). De la educación a distancia a la educación virtual. Barcelona: Editorial Ariel.

Ponce Sustaita, M. T. (2010). El pizarrón digital interactivo: de la experiencia de su uso en la enseñanza media a las comunidades que aprenden sobre su aplicación. En Burgos Aguilar, J. V. & Lozano Rodríguez, A. (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.

viernes, 26 de febrero de 2010

Reconocimiento de los estilos de aprendizaje en cursos ofrecidos en línea.

La aplicación de las nuevas tecnologías informáticas en la educación a distancia ha producido cambios notables en el proceso de aprendizaje-enseñanza. En este contexto, la educación a distancia, a través de Internet, se ha convertido en una modalidad de capacitación reconocida en todo el mundo y ha roto con las barreras geográficas, generando comunidades educativas con características únicas de aprendizaje.

El educador que labora en un curso impartido en línea, requiere de un conjunto de saberes y habilidades únicas y diferentes a las requeridas por un educador que labora en un programa presencial, y debe reconocer las diferencias y cualidades de cada estudiante tales como su forma de aprender, como procesa y almacena la información, como adquiere hábitos y valores, etc. Kolb (1976, citado por Lozano, 2007) define estas diferencias o estilos de aprendizaje como la manera en que cada persona percibe y procesa la información. Billings lo describe como la manera en que recibe e interactúa con los procesos de instrucción y la manera en la que responde a su ambiente de aprendizaje (1993, citado por Lozano, 2007).

Lozano menciona otros importantes conceptos los cuales forman parte del estilo de aprendizaje. Uno de ellos es el de las preferencias, las cuales se definen como decisiones que la persona toma, casi siempre de manera consciente, para elegir de entre dos o más alternativas. Algunas de las preferencias asociadas con los estilos de aprendizaje son: preferencias sensoriales, preferencias ambientales, preferencias gráfico-visuales en el estilo de redacción, preferencias en el tiempo dedicado a realizar actividades en línea y preferencias en la interacción social.

Otro concepto relacionado al estilo de aprendizaje es la tendencia, considerada como “una inclinación natural, casi siempre de forma inconsistente, de la persona a realizar algo de cierta manera” (Lozano, 2007, p. 161). El autor menciona tres tendencias:

Tendencias en la organización de archivos en la computadora: se relaciona con los hábitos de organización que tiene el alumno en sus archivos en la computadora.
Tendencias en la independencia y dependencia de campo: se refiere a la teoría de Witkin et al. (1977 citado por Lozano, 2007) la cual alude al efecto que causa el contexto en la percepción de la persona. Cuando el contexto influye directamente, la persona es considerada dependiente de campo, y cuando el contexto casi no tiene ningún efecto, la persona se considera independiente de campo.
Tendencias en el pensamiento: se refiere a la forma en que las personas ponen en juego su pensamiento. De acuerdo a Guilford (1967, citado por Lozano, 2007), existen dos estilos de pensamiento: divergente y convergente, pero De Bono (1976, citado por Lozano, 2007) propone dos tipos llamados convencional y lateral.

Otro punto de gran interés abordado por Lozano es el de identificación y medición de los estilos de aprendizaje. El autor indica que aunque en muchas ocasiones es sencillo observar patrones de conducta en algunas personas, hay a veces rasgos de difícil observación. En estos casos, es necesario medir los estilos de aprendizaje a través de otros instrumentos, tales como inventarios, tests, entrevistas y análisis de tareas. Estos instrumentos nos permiten identificar los patrones de comportamiento que ayudan a delinear los estilos de aprendizaje de las personas.

En mi opinión, este libro ofrece valiosa información acerca de los estilos de aprendizaje de los estudiantes y el impacto que puede tener en el proceso aprendizaje a distancia. Es de suma importancia el considerar este aspecto no solo en ámbitos educativos presenciales, sino también en programas en línea y combinados.

Referencia
Lozano, A. (2007). Reconocimiento de los estilos de aprendizaje en cursos ofrecidos en línea. En Lozano Rodríguez, A. y Burgos Aguilar, V., (Comp.). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrada en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

El aprendizaje híbrido o combinado (Blended Learning)


La aparición de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han causado un gran impacto en los procesos de enseñanza-aprendizaje, trasformando los modelos educativos que hemos venido utilizando hasta el día de hoy, tanto de tipo presencial como semipresencial o a distancia, y facilitando la obtención de dichas habilidades por parte de un gran número de personas en todo el mundo.

Tras el entusiasmo inicial generado por el e-learning (aprendizaje e a través de Internet), y como resultado de la decepción que dicha modalidad causó por no haber cubierto las expectativas creadas, surge en los últimos años un nuevo concepto en el ámbito de la educación: el Blended Learning, traducido comúnmente como aprendizaje híbrido o combinado. Esta modalidad permite combinar los diversos componentes de la tecnología de la informática y computación e Internet, con componentes de metodologías tradicionales de enseñanza-aprendizaje presencial y de formatos instruccionales de aprendizaje a distancia o e-learning (Mortera Gutiérrez, 2007).

El autor señala que el termino “…aprendizaje combinado es utilizado para describir diversas situaciones o arreglos educativos que combinan diferentes métodos de entrega educativa, tales como software, cursos basados en la Web y prácticas de comunicación vía computadoras con instrucción tradicional y presencial cara-a-cara, etcétera (Mortera Gutiérrez, 2007, p. 129-130). Agrega que existe un gran número de definiciones, pero la definición de Michael Fox (2002 citado por Mortera Gutiérrez, 2007) rescata los elementos más esenciales de este tipo de aprendizaje. Esta describe al aprendizaje combinado como la “…habilidad de combinar elementos de capacitación e instrucción en el salón de clase, de aprendizaje a distancia en vivo y autónomo, y servicios de aprendizaje avanzados que dan soporte de manera tal que proveen de un aprendizaje a la medida (p. 130-131).

Se proponen al menos tres componentes que pueden ser incluidos en el planeamiento, desarrollo o entrega de cualquier curso o programa con aprendizaje combinado. Estos son: contenido, comunicación y construcción. Pero, ¿cómo deben combinarse estos tres componentes? De acuerdo a Mortera Gutiérrez, lo mas importante es asegurar una combinación que incluya las fortalezas de cada tipo de ambiente de aprendizaje y no sus debilidades, es decir se busca un balance y armonía. Las combinaciones de este tipo de aprendizaje varían dependiendo del grado de participación de la tecnología utilizada y del componente instruccional presencial, siendo este ultimo uno de los componentes más importantes.

El componente tecnológico a larga distancia (e-learning) es también de suma importa importancia, ya que permite una mayor flexibilidad en la entrega de contenidos educativos y facilita la interactividad con un mayor número de estudiantes que la instrucción cara-a-cara.
Mortera Gutiérrez (2007, p. 144) señala los siguientes elementos como los más comúnmente usados en el aprendizaje combinado:

• Instrucción cara-a-cara o presencial.
• Instrucción interactiva basada en la Web.
• Comunicación vía correo electrónico (e-mail).
• Foros de discusión electrónicos.
• Contenido para aprendizaje autónomo
• Software para trabajo colaborativo.
• Salones de clases virtuales.
• Examinación en línea (on-line).
• Videoconferencia.
• Audioconferencia.
• Conferencia vía computadoras (video, audio, chat romos, net-meetings)

En relación a los costos, el autor explica que el costo de este tipo de programa es un aspecto clave que debe de tomarse en cuenta por los diseñadores y planificadores. El componente presencial cara-a-cara es mucho más costosa que el componente a distancia. El costo y la inversión requerida por parte de la institución (recursos humanos, equipo tecnológico, instalaciones, etc.) pueden también convertirse en una limitación.

En mi opinión, el aprendizaje combinado es un modelo de aprendizaje que facilita el desarrollo de valiosas habilidades en el estudiante tales como la capacidad de trabajar en equipo, la toma de decisiones en base a diferentes fuentes de información, la aplicación de nueva información en la elaboración de proyectos, etc. Se puede decir que es un resultado lógico de la evolución de la educación a distancia ya que utiliza y combina los medios y métodos más adecuados del sistema en-línea con los del sistema presencial, lo cual enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje, y permite individualizar la formación a cada uno de los destinatarios.

Referencia

Mortera Gutiérrez, F. (2007). El aprendizaje híbrido o combinado (Blended Learning): acompañamiento tecnológico en las aulas del siglo XXI. En Lozano Rodríguez, A. y Burgos Aguilar, V., (Comp.). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrada en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

¿Hacia donde nos dirigimos? Evolución de la tecnología y sus efectos en las organizaciones.

El autor Alanís González (2007) nos presenta una interesante visión cronológica del mundo en el siglo XX y comienzos del siglo XXI, con el fin de analizar las posibles pistas que nos puedan ayudar a pronosticar como será el mundo de mañana.

Al mirar atrás, podemos ver como el inicio dell siglo XX fue una época de grandes avances tales como el automóvil, los teléfonos, la radio y los aeroplanos. A mediados del mismo, el autor señala que aunque existian grandes inventos y avances tales como la televisión a color, la aviación comercial, los cables transoceanicos, el mundo también habia sido testigo de dos guerras mundiales, la proliferación de armas nucleares y la muerte de millones de personas.

Para fines del siglo XX, aparecen herramientas tecnológicas de inigualable valor, tales como la computadora como una herramienta de uso común, hornos microondas, teléfonos celulares, e Internet. También se producen cambios significativos en el ámbito educativo, el cual pasa de ser un salón de clase típico con un pizarrón y algunos libros, a un salón conectado al resto del mundo y con acceso a todo tipo de información a través de un equipo de computo.

Pero, ¿es posible pronosticar como será la sociedad a mediados de este siglo? De acuerdo a Alanís González, es una tarea muy dificil, pero no imposible. Agrega que a partir de los sucesos ocurridos en el pasado, es posible identificar ciertas tendencias que pueden surgir en un futuro, ya que “…lo que ha cambiado, seguirá haciendolo y que las constantes se mantendrán” (2007, p. 108).

Un aspecto interesante de este capítulo es la forma en que el autor presenta al mundo de hoy visto desde el pasado, y el mundo de mañana visto desde hoy. Alanís González expone su punto de vista acerca de la evolución en base a las tecnologías, y señala que aun cuando existen cambios y diferencias en cada época, las personas, sus necesidades y satisfacciones siguen siendo las mismas. Estas constantes, el análisis de lo ya ocurrido, y de lo que está ocurriendo en el presente, permite pronosticar como será el mundo de mañana. A continuación, resumo los aspectos más importantes señalados por el autor:

El mundo de hoy visto desde el pasado.
En 1958 la empresa crecía, se volvía más compleja, se descentralizaba y contrataba más gerentes medios. Leavitt y Whisler (1958 citados por Alanís González, 2007), publicaron un artículo titulado “La administración de los ochenta”, en el Harvard Business Review el cual pronosticaba una nueva tendencia llamada tecnologías de información Esta nueva tendencia permitiría a los administradores de nivel alto involucrarse más en las operaciones de la empresa, facilitaría la reducción de administradores a nivel medio, y aquellas posiciones que se mantuvieran se volverían más especializadas. La velocidad de obsolencia y cambio también se incrementaría, y las organizaciones se recentralizarían gracias a las nuevas tecnologías de información Por último, pronosticaban que la tecnología de la información permitiría la realización de una mayor cantidad de trabajo por un número menor de personas.

En 1988, Applegate, Cash y Mills, (citados por Alanís González, 2007), pronosticaron que al haber mejores herramientas tecnológicas, las empresas serían más flexibles y el enfoque sería en proyectos y procesos. En los procesos administrativos, la toma de decisiones se entendería mejor, las computadoras ayudarían a la creatividad en todos los niveles y los sistemas de información y comunicación almacenarían la historia corporativa, experiencia y conocimiento. Los trabadores estarían mejor entrenados y tendrían más autonomía; se podría tener más trabajadores temporales, debido a que el conocimiento se almacenaría en los sistemas más que en las personas.

La problemática del mundo actual
Alanís sugiere que probablemente, cuando en el futuro se hable de los inicios del siglo XXI, seguramente se tratará de las tecnologías de información, y sus efectos en la globalización. El autor Friedman (2005, citado por Alanís González, 2007) señala que la globalización pasó de ser una preocupación de naciones a una preocupación de empresas, y en la actualidad, la globalización es una preocupación enfocada a individuos que colaboran y compiten globalmente. Los detonadores de esta revolución, según Friedman fueron: la caída del muro de Berlín, el nacimiento de Internet y el surgimiento del outsourcing.

El mundo del mañana visto desde hoy
Existen tres premisas para predecir el futuro: el futuro medianamente cercano se puede predecir al hacerlo con cuidado y responsabilidad, las tecnologías que marcaran una pauta en los próximos quince o treinta años ya existen y sus efectos se ven desde ahora y las personas no cambian, ya que, la capacidad de razonamiento, la respuesta ante innovaciones y las reacciones humanas ante cambios políticos y sociales son las mismas Alanís, 2007).
Alanís también describe aspectos relevantes de seis enfoques principales en relación al mundo de mañana:

  • Enfoque de la tecnología: La tecnología será más barata, más poderosa y más flexible. La información podrá ser almacenada en grandes cantidades y se localizará utilizando poderosos motores de búsqueda. Algunas actividades que hoy requieren transporte podrán ser sustituidas por actividades electrónicas.
  • El enfoque de las soluciones de negocios: un mejor manejo de la información institucional permitirá a las empresas grandes ser más grandes y más flexibles. Las empresas pequeñas, podrán atacar casi cualquier mercado creando asociaciones con otras empresas pequeñas en varias partes del mundo.
  • El enfoque de los productos: la revolución tecnológica permitirá fabricar productos a la medida de cada cliente en forma masiva, mediante procesos baratos.
  • El enfoque de la mercadotécnica: En la mercadotecnia, los avances en la tecnología de personalización de Internet y los cambios en la televisión, el papel electrónico y las estaciones de música permitirán que la publicidad de las empresas sea diseñada a medida de cada cliente, con alto alcance y a bajo precio.
  • El enfoque del gobierno: el gobierno, apoyándose en la tecnología, podrá ofrecer productos y servicios de manera más eficiente, y cumplir con su misión de servir mejor a la gente; los ciudadanos podrán supervisar mejor el trabajo de los gobernantes; los políticos personalizarán sus mensajes y el voto electrónico será una opción para incrementar la participación de los votantes.
  • El enfoque en la educación: en la educación, se proveerá más diversidad en medios de comunicación para el alumno, proliferarán los cursos en línea, alumnos en regiones remotas podrán tomar clases sin tener que trasladarse de sus ciudades, habrá cursos especiales para las necesidades de cada individuo. Se crearán salones de clase con alumnos en diferentes partes del mundo.
Riesgos de la visión del futuro
Todo cambio trae consigo un posible riesgo. Alanís menciona tres posibles peligros que pueden afectar la visión del futuro: el riesgo de la seguridad y la necesidad de proteger el conocimiento de la empresa y el acceso a sus sistemas, el riesgo de vulnerabilidad a fallas críticas en sus sistemas, y el riesgo de pérdida de la privacidad debido a la alta disponibilidad de información.

Referencia
Alanís González, M. (2007). ¿Hacia dónde nos dirigimos? Evolución de la tecnología y sus efectos. En Lozano Rodríguez, A. y Burgos Aguilar, V., (Comp.). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrada en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Comunidades de prácticas de valor


Vivimos en una época de cambios acelerados debido a las profundas transformaciones que nos brindan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Esta era se ha tratado de identificar a través de variados términos, destacándose entre ellos el concepto de Sociedad del Conocimiento. En la Sociedad del Conocimiento “…el saber y el conocimiento son los parámetros que gobiernan y condicionan la estructura y composición de la sociedad actual y son, también, las mercancías e instrumentos determinantes del bienestar y progreso de los pueblos” (Mateo,2006, p. 2).

Una de las características principales de la Sociedad del Conocimiento es que el bienestar y la prosperidad están influenciados por el nivel y la calidad de los conocimientos de sus miembros. La Sociedad del Conocimiento es una sociedad de aprendizaje, pero no un aprendizaje que ocurre dentro de un tiempo determinado, sino un aprendizaje que se realiza a lo largo de toda la vida, ya que los saberes se generan con rapidez, y se renuevan constantemente. Falconi indica que “hoy en día, el conocimiento es el recurso más importante para cualquier organización que busca sostener una ventaja diferencial en el nuevo mercado de la economía” (2010, p. 14).

Ante esta nueva realidad las organizaciones buscan estrategias para desarrollar, promover y compartir conocimientos a partir del aprendizaje de sus miembros y de ellas mismas. Este concepto se conoce como la Gestión del Conocimiento, el cual se refiere no tanto a la creación de algo nuevo, sino a saber aprovechar los recursos de conocimientos existentes en una organización. Maragall señala que los miembros de una organización generalmente producen conocimientos que van mas allá de sus saberes individuales, y “por ello, las organizaciones que pretendan gestionar el conocimiento han de saber identificar, retener y estimular este tipo de saberes porque ellos son, en parte, la propia identidad de la corporación” (2002, p. 6).

Por otro lado, Falconi se refiere a este proceso como la Administración del Conocimiento, el cual se manifiesta en dos tipos de conocimiento dentro de una organización: el “saber que” o conocimiento explicito, el cual usa un sistema de símbolos y se transfiere a través de manuales, patentes y derechos reservados, y el “saber cómo”, o conocimiento tácito que se encuentra en las personas y se aprende mediante la imitación y la observación (2010). Carillo y Martínez (2002) denominan a estos bloques de conocimiento no codificado como prácticas de valor, las cuales proveen un aporte significativo a la organización. (citado por Falconi, 2010).

Un tercer concepto de gran valor para Falconi, es el término de comunidades en una organización. Explica que se pueden identificar diferentes tipos tales como: comunidades de propósito, comunidades virtuales, comunidades de aprendizaje, y comunidades de prácticas. Este último, quizás uno de los más importantes en la Administración del Conocimiento, se define como “un grupo de personas que comparten un interés en común, un conjunto de problemas o simplemente tienen la pasión de compartir un tema en particular y desean profundizar su conocimiento y experiencia a través de distintos procesos de interacción” (Wenger; McDermott; Zinder, 2002; citado en Falconi, 2010, p. 28).

Wenger indica que las comunidades de práctica son caracterizadas bajo 3 dimensiones, las cuales se interrelacionan e interactúan unas con las otras (1998, citado por Falconi, 2010):

• Empresa conjunta, que resulta de compartir objetivos y necesidades comunes.
• Compromiso mutuo, que lleva a los participantes a compartir y recibir conocimientos del grupo. • Repertorio compartido, que son los símbolos, conceptos y herramientas que se producen dentro de la comunidad como resultado de su existencia.

Las comunidades de practica proveen grandes beneficios a una organización, ya que sus miembros convierten sus conocimientos, o sus saberes individuales en conocimientos colectivos, los cuales contribuyen a la creación, acumulación y transferencia del conocimiento dentro de dicha organización. A través de las comunidades de práctica los conocimientos se administran y se comparten, y como resultado la organización se transforma, aprende y progresa.

Sin embargo, existen barreras y motivadores para la constitución de una comunidad de práctica o la participación de miembros. Ardichvili, Page y Wentling (2003, citados por Falconi), mencionan las siguientes barreras:

• Organización, administración y proceso de votación de la red.
• Preferencias sobre redes previamente creadas fuera de las comunidades de prácticas.
• Contenido de la información promovida dentro de la comunidad (autocensura).
• Dificultad para solucionar los problemas abordados por la comunidad.

Ardichvili, Page y Wentling (2003, citados por Falconi) señalan los siguientes aspectos que actúan como motivadores para que un participante se integre a la comunidad:

• Rápida integración de los nuevos miembros en la comunidad
• Disponibilidad de la información para todos los miembros de la comunidad.
• La comunidad virtual es vista como una enciclopedia accesible.

Falconi también describe algunas de las principales características que diferencian a una comunidad de práctica de otros tipos de agrupaciones tales como los equipos, grupos o redes. Por ejemplo, diferencias notables entre equipo y comunidad serían que la constitución del equipo, la autoridad que lo regula y los procesos y trabajos de que se ocupa provienen de personas ajenas al mismo; mientras que una comunidad se autodirige tanto en sus normas, como en los objetivos que persigue; dicha autodirección surge de la interacción entre los miembros de la misma.

Por último, el autor indica que la comunicación en las organizaciones de hoy en día es un aspecto sumamente importante, ya que “…tiene la función de generar y sostener el valor del ofrecimiento en los públicos. Transformar datos aislados en un concepto que permita generar confianza en las relaciones con los diferentes públicos en la organización” (Manucci, 2004, citado por Falconi, 2010, p. 40).

Referencias

López Falconi, J. E. (2010). Comunidades de prácticas de valor para el aprendizaje organizacional. En Burgos Aguilar, V. & A. Lozano Rodríguez (Comp.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.

Maragall, E. (2002). Las comunidades de práctica como experiencia formativa para la mejora de las administraciones públicas. VII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lisboa, Portugal, 8-11 Oct. 2002. Recuperado febrero 24 de 2010 y disponible en: http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/CLAD/clad0043914.pdf

Mateo, J. (2006). Sociedad del Conocimiento. Arbor, 182(718): 145-151 doi: 10.3989/arbor.2006.i718.18. Recuperado febrero 23 de 2010 y disponible en: http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/18/18

domingo, 7 de febrero de 2010

Tecnología en ambientes de aprendizaje /Lecturas - Módulo 1

El fácil acceso a las nuevas tecnologías no solo ha aumentado la frecuencia y la forma en que nos comunicamos, sino también ha impactado otros aspectos de nuestra sociedad de una manera profunda. Uno de estos aspectos es el ámbito educativo, el cual se ha visto transformado por la introducción de nuevos elementos y herramientas tecnológicas, dando lugar a una nueva practica de enseñanza-aprendizaje.

Pero el cambio que surge de esta transformación no es fácil. Aunque estamos inmersos en una sociedad de la información, este nuevo sistema educativo requiere, entre otras cosas, de una implementación metódica a nivel institucional, y una evolución de los roles tradicionales de los docentes y de los estudiantes. Este cambio no puede ser realizado sin un buen planeamiento y una cuidadosa ejecución.

Macedonio Alanís (2010), en su documento titulado Gestión de la Introducción de la Innovación Tecnológica en la Educación, nos ofrece una interesante perspectiva acerca de los elementos necesarios para implementar un cambio tecnológico de manera exitosa. Alanís sostiene que el proceso de implementación de una innovación requiere de tiempo y añade que se manifiesta en cinco pasos que pueden agruparse en dos etapas. La Fase de Iniciación comprende los pasos del descubrimiento, la persuasión, y decisión. La segunda fase o Fase de Implementación está formada por el paso mismo de implementación y por el paso de adopción de la innovación.

En mi opinión, Alanís expone una visión muy acertada y hace una valiosa observación al señalar que el proceso de adopción es individual, y que “las innovaciones no aparecen ni son adoptadas al mismo tiempo por todos los miembros de una organización, y mucho menos en una sociedad” (Alanís, 2010), puesto que son muchos los factores que conforman el proceso y que pueden agilizar o atrasar el mismo.

En mi experiencia como docente, he visto situaciones similares. Por ejemplo, la escuela donde actualmente trabajo ha estado llevando a cabo el desarrollo de varias innovaciones tecnológicas durante los últimos dos años y a pesar del esfuerzo y la inversión realizada, aun no ha logrado implementar el proceso en su totalidad debido al número de docentes que aun se resisten a utilizar dichas innovaciones. Quizás parte del problema sea la falta de apoyo a nivel individual por parte de la institución, o quizás estos docentes aun no vean la relevancia o el aspecto positivo que la adopción de dichas innovaciones tecnológicas pueda brindar.

Otro aspecto interesante de la innovación tecnológica en la educación es la transformación que ha causado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, modificando así el rol de cada actor dentro del nuevo modelo educativo.

Heredia y Romero (2007) presentan una interesante descripción del modelo educativo, usando círculos concéntricos para cada elemento que lo forma. En el círculo central se encuentran los estudiantes, quienes se consideran el centro del modelo, ya que son el objetivo de la acción educativa. En el segundo círculo de este modelo se encuentran los profesores, quienes diseñan el ambiente de aprendizaje, teniendo en mente las características de los alumnos. El tercer círculo se refiere al área de conocimiento o contenido temático, seguido por el cuarto círculo, que se refiere al contexto institucional o en otras palabras, las características y elementos que forman parte de la institución donde se lleva a cabo el modelo educativo. El quinto círculo representa el contexto sociocultural que rodea a la institución, y por último, el sexto círculo se refiere al marco filosófico de la educación.

Considero que este modelo educativo, visualizado por los autores en forma de círculos concéntricos, es una forma clara de representar los elementos que conforman el modelo y las relaciones que existen entre ellos, ya que coloca al alumno y al profesor en un plano central sin omitir otros aspectos igualmente importantes que ejercen influencia sobre ellos.

Por último, es de suma importancia el analizar los posibles desafíos que se vislumbran en un futuro no muy distante. Sabemos que nuestra sociedad ha experimentado profundos cambios debido a la introducción de las nuevas tecnologías, dando como resultado una sociedad de la información o sociedad del conocimiento. De acuerdo al World Bank (2003), la sociedad del conocimiento se basa “…en el uso de ideas más que de habilidades físicas, y en la aplicación de la tecnología (innovación) más que en la mera transformación de materiales” (citado por Buendía y Martínez, 2007, p. 81). Esto significa que las instituciones educativas tienen la gran responsabilidad de preparar a sus ciudadanos con las habilidades y conocimientos necesarios para competir en este contexto.

Como parte de la sociedad de conocimiento, Buendía y Martínez (2007) presentan a las ciudades del conocimiento como un contexto más específico, entre las que se destacan la sociedad digital, la sociedad de inteligencia y la sociedad de aprendizaje. Los autores también exploran las teorías y enfoques del aprendizaje que sirven de base al desarrollo de las competencias del ciudadano de conocimiento, tales como la Andragogía y el Constructivismo.

Esta lectura me ha permitido obtener una más amplia visión sobre la sociedad del conocimiento, sus futuras necesidades educativas, las competencias del ciudadano democrático y de conocimiento, y el papel vital que juega la Universidad Virtual en el logro de los objetivos propuestos para el desarrollo de las competencias del ciudadano de conocimiento.

Referencias

Alanís, M. (2010). Gestión de la introducción de la innovación tecnológica en educación. En Burgos, V. y Lozano A. (Comps.). Tecnología educativa y redes de aprendizaje de colaboración. Distrito Federal, México: Trillas.

Buendía, A. y Martínez, A. (2007). Hacia una nueva sociedad del conocimiento: retos y desafíos para la educación virtual. En Lozano A. y Burgos V. (Comp.). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

Heredia, Y. y Romero, M. (2007). Un nuevo modelo educativo centrado en la persona: compromisos y realidades. En Lozano A. y Burgos V. (Comp.). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

martes, 19 de enero de 2010

¡Un saludo desde Dallas!



Hola a todos. Mi nombre es Dolores y soy de Venezuela, pero vivo en los Estados Unidos desde los 17 años. Soy graduada en Psicología en la University of Texas at Dallas (UTD). Actualmente soy maestra de nuestra hermosa lengua española en una escuela secundaria en Dallas, Texas. Me encanta mi profesión, y pienso que trabajar como docente a este nivel es realmente como trabajar en un parque de diversiones, ya que nunca sabes que te espera cada día. Los sentimientos de los adolescentes cambian tan rápidamente que son como una cajita de chocolates surtidos. ¡Nunca sabes que sabor te va a tocar!

Considero que el ser docente no es tan fácil como lo era años atrás, ya que el mundo está cambiando de manera vertiginosa y es necesario mantenerse al tanto de dichos cambios para poder proveer una educación de calidad. Hoy en día, los alumnos requieren mucho más de sus maestros y demandan un rol activo en su propio aprendizaje. Para ellos, ser simples receptores de información es cosa del pasado, ya que dicha información la pueden obtener con el pulsar de una tecla, a través del Internet, sin la necesidad de un maestro.

Así que les doy la bienvenida a este, mi nuevo proyecto. Espero tener la oportunidad de conocerlos muy pronto y poder compartir nuevas ideas a través de este medio.