viernes, 26 de febrero de 2010

¿Hacia donde nos dirigimos? Evolución de la tecnología y sus efectos en las organizaciones.

El autor Alanís González (2007) nos presenta una interesante visión cronológica del mundo en el siglo XX y comienzos del siglo XXI, con el fin de analizar las posibles pistas que nos puedan ayudar a pronosticar como será el mundo de mañana.

Al mirar atrás, podemos ver como el inicio dell siglo XX fue una época de grandes avances tales como el automóvil, los teléfonos, la radio y los aeroplanos. A mediados del mismo, el autor señala que aunque existian grandes inventos y avances tales como la televisión a color, la aviación comercial, los cables transoceanicos, el mundo también habia sido testigo de dos guerras mundiales, la proliferación de armas nucleares y la muerte de millones de personas.

Para fines del siglo XX, aparecen herramientas tecnológicas de inigualable valor, tales como la computadora como una herramienta de uso común, hornos microondas, teléfonos celulares, e Internet. También se producen cambios significativos en el ámbito educativo, el cual pasa de ser un salón de clase típico con un pizarrón y algunos libros, a un salón conectado al resto del mundo y con acceso a todo tipo de información a través de un equipo de computo.

Pero, ¿es posible pronosticar como será la sociedad a mediados de este siglo? De acuerdo a Alanís González, es una tarea muy dificil, pero no imposible. Agrega que a partir de los sucesos ocurridos en el pasado, es posible identificar ciertas tendencias que pueden surgir en un futuro, ya que “…lo que ha cambiado, seguirá haciendolo y que las constantes se mantendrán” (2007, p. 108).

Un aspecto interesante de este capítulo es la forma en que el autor presenta al mundo de hoy visto desde el pasado, y el mundo de mañana visto desde hoy. Alanís González expone su punto de vista acerca de la evolución en base a las tecnologías, y señala que aun cuando existen cambios y diferencias en cada época, las personas, sus necesidades y satisfacciones siguen siendo las mismas. Estas constantes, el análisis de lo ya ocurrido, y de lo que está ocurriendo en el presente, permite pronosticar como será el mundo de mañana. A continuación, resumo los aspectos más importantes señalados por el autor:

El mundo de hoy visto desde el pasado.
En 1958 la empresa crecía, se volvía más compleja, se descentralizaba y contrataba más gerentes medios. Leavitt y Whisler (1958 citados por Alanís González, 2007), publicaron un artículo titulado “La administración de los ochenta”, en el Harvard Business Review el cual pronosticaba una nueva tendencia llamada tecnologías de información Esta nueva tendencia permitiría a los administradores de nivel alto involucrarse más en las operaciones de la empresa, facilitaría la reducción de administradores a nivel medio, y aquellas posiciones que se mantuvieran se volverían más especializadas. La velocidad de obsolencia y cambio también se incrementaría, y las organizaciones se recentralizarían gracias a las nuevas tecnologías de información Por último, pronosticaban que la tecnología de la información permitiría la realización de una mayor cantidad de trabajo por un número menor de personas.

En 1988, Applegate, Cash y Mills, (citados por Alanís González, 2007), pronosticaron que al haber mejores herramientas tecnológicas, las empresas serían más flexibles y el enfoque sería en proyectos y procesos. En los procesos administrativos, la toma de decisiones se entendería mejor, las computadoras ayudarían a la creatividad en todos los niveles y los sistemas de información y comunicación almacenarían la historia corporativa, experiencia y conocimiento. Los trabadores estarían mejor entrenados y tendrían más autonomía; se podría tener más trabajadores temporales, debido a que el conocimiento se almacenaría en los sistemas más que en las personas.

La problemática del mundo actual
Alanís sugiere que probablemente, cuando en el futuro se hable de los inicios del siglo XXI, seguramente se tratará de las tecnologías de información, y sus efectos en la globalización. El autor Friedman (2005, citado por Alanís González, 2007) señala que la globalización pasó de ser una preocupación de naciones a una preocupación de empresas, y en la actualidad, la globalización es una preocupación enfocada a individuos que colaboran y compiten globalmente. Los detonadores de esta revolución, según Friedman fueron: la caída del muro de Berlín, el nacimiento de Internet y el surgimiento del outsourcing.

El mundo del mañana visto desde hoy
Existen tres premisas para predecir el futuro: el futuro medianamente cercano se puede predecir al hacerlo con cuidado y responsabilidad, las tecnologías que marcaran una pauta en los próximos quince o treinta años ya existen y sus efectos se ven desde ahora y las personas no cambian, ya que, la capacidad de razonamiento, la respuesta ante innovaciones y las reacciones humanas ante cambios políticos y sociales son las mismas Alanís, 2007).
Alanís también describe aspectos relevantes de seis enfoques principales en relación al mundo de mañana:

  • Enfoque de la tecnología: La tecnología será más barata, más poderosa y más flexible. La información podrá ser almacenada en grandes cantidades y se localizará utilizando poderosos motores de búsqueda. Algunas actividades que hoy requieren transporte podrán ser sustituidas por actividades electrónicas.
  • El enfoque de las soluciones de negocios: un mejor manejo de la información institucional permitirá a las empresas grandes ser más grandes y más flexibles. Las empresas pequeñas, podrán atacar casi cualquier mercado creando asociaciones con otras empresas pequeñas en varias partes del mundo.
  • El enfoque de los productos: la revolución tecnológica permitirá fabricar productos a la medida de cada cliente en forma masiva, mediante procesos baratos.
  • El enfoque de la mercadotécnica: En la mercadotecnia, los avances en la tecnología de personalización de Internet y los cambios en la televisión, el papel electrónico y las estaciones de música permitirán que la publicidad de las empresas sea diseñada a medida de cada cliente, con alto alcance y a bajo precio.
  • El enfoque del gobierno: el gobierno, apoyándose en la tecnología, podrá ofrecer productos y servicios de manera más eficiente, y cumplir con su misión de servir mejor a la gente; los ciudadanos podrán supervisar mejor el trabajo de los gobernantes; los políticos personalizarán sus mensajes y el voto electrónico será una opción para incrementar la participación de los votantes.
  • El enfoque en la educación: en la educación, se proveerá más diversidad en medios de comunicación para el alumno, proliferarán los cursos en línea, alumnos en regiones remotas podrán tomar clases sin tener que trasladarse de sus ciudades, habrá cursos especiales para las necesidades de cada individuo. Se crearán salones de clase con alumnos en diferentes partes del mundo.
Riesgos de la visión del futuro
Todo cambio trae consigo un posible riesgo. Alanís menciona tres posibles peligros que pueden afectar la visión del futuro: el riesgo de la seguridad y la necesidad de proteger el conocimiento de la empresa y el acceso a sus sistemas, el riesgo de vulnerabilidad a fallas críticas en sus sistemas, y el riesgo de pérdida de la privacidad debido a la alta disponibilidad de información.

Referencia
Alanís González, M. (2007). ¿Hacia dónde nos dirigimos? Evolución de la tecnología y sus efectos. En Lozano Rodríguez, A. y Burgos Aguilar, V., (Comp.). Tecnología educativa en un modelo de educación a distancia centrada en la persona. Distrito Federal, México: Limusa.

1 comentario:

  1. hola Dolores.
    Como expones líneas arriba no nos queda otra que ir junto con el avance de la tecnología y adaptarnos a ella y que mejor idea que ser ayudados por ella para encontrar conocimiento así como para perfeccionarlo, claro todo en bien de las personas.

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